La transformación digital es el término que recoge el proceso de cambio que afecta al modelo de negocio del día a día de una organización, desde los tipos de productos y/o servicios que ésta ofrece hasta la forma en la que éstos son entregados.

Para poder hablar de transformación digital no solo basta con la mera implantación de la tecnología en sí misma, sino en implantarla siendo capaces de aprovechar su potencial.

Modelos de transformación digital

Actualmente, un gran número de empresas se está uniendo a este concepto llevando a cabo, en mayor o menor medida, procesos de transformación digital que resuelven algunas o todas sus necesidades de negocio, pero la realidad es que no todas las acciones que se están emprendiendo están resultando provechosas, ya que no existe una pauta única y definitiva de éxito.

De todos estos modelos que se conocen de experiencias anteriores en los que se ha conseguido el éxito en la transformación digital, solo se desprende un patrón común, que consiste en la implantación e impulso de la misma desde los niveles superiores a los inferiores y nunca desde los niveles inferiores.

Algunos de los modelos que se están tomando en la actualidad son:

• La implantación de robótica
• El internet de las cosas (IoT)
• La realidad virtual
• Las impresoras 3D

Y un largo etcétera, pero sin lugar a dudas es la Inteligencia Artificial (IA) la que será clave en multitud de procesos.

Los datos y la inteligencia artificial

Según un estudio de la consultora IDC de principios de 2017 se estima que la inteligencia artificial estará presente en un 40% de los procesos de transformación digital en las empresas europeas en el año 2020.

Es importante tener claro que la incorporación de este modelo no debe ser sinónimo de eliminar toda interacción humana del día a día de la empresa, sino que debe suponer una evolución de los puestos de trabajo con el único fin de agilizar tareas que sean susceptibles de ello y de mejorar la productividad.

De esta forma, la base para la correcta utilización de la inteligencia artificial en el proceso de cambio son los datos (ya sean de productos, clientes, etc.) y la capacidad de la tecnología a corto-medio plazo de aportar valor en el procesamiento de estos datos, con el fin de obtener información útil y aprovechable.

Esto hace que se antoje absolutamente necesario certificar la seguridad de estos datos, con el fin de preservarlos de ataques, usos indebidos, pérdidas, sustracciones o acciones ilegales. La correcta aplicación de la seguridad y el preciso uso de los datos, ayuda a conseguir verdaderos avances en la transformación digital del negocio.

Es la inteligencia artificial la que nos ayuda a interpretar dichos datos, consiguiendo así que un vehículo, por ejemplo, pueda ser completamente autónomo para realizar un desplazamiento de miles de kilómetros, sabiendo por experiencias anteriores y otros datos técnicos, como debe actuar en cada caso, ya sea una simple intersección de vías o directamente optimizando su ruta en cuanto a minimizar el número kilómetros a recorrer, la cantidad de combustible a consumir, etc. De hecho, la inteligencia artificial se aplica hasta en la capacidad de decisión en caso de accidente, para saber a qué organismos/servicios avisar, cuál es el nivel de daño y lo que es más importante, servir de precedente para posteriores situaciones equivalentes.

Otros ejemplos claros que actualmente se están adoptando en cuanto a la aplicación de la inteligencia artificial van orientados a la logística y almacenaje para agilizar en la emisión de pedidos, como es el caso de Amazon y sus nuevos supermercados desatendidos, o el caso de los videoclubs digitales o redes sociales en cuanto a sus sistemas de recomendación de productos en base a experiencias anteriores.

Aunque estos ejemplos sean de los más claros en cuanto a inteligencia artificial que se están dejando ver en la actualidad, no hay que olvidar que ésta, no sólo está más presente en las empresas, sino que su aplicación comienza a ser sinónimo de éxito a la hora de conseguir la transformación digital.

Escrito por:

Agustín Morgado
Jefe de Proyecto de NEO

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