Estrategia para la recuperación con fondos europeos. Coopetivismo: Claves y argumentos (síntesis 2ª parte)

Estrategia para la recuperación con fondos europeos. Coopetivismo: Claves y argumentos (síntesis 2ª parte)

Propuesta y guía de actuaciones para la recuperación de la crisis

Con el objetivo de servir de guía a emprendedores, directivos y empresarios para elaborar iniciativas con las que plantear negocios resilientes, o bien para proponer propuestas PERTE para captar fondos europeos de apoyo a su realidad empresarial, los autores han elaborado “Estrategia para la recuperación con fondos europeos. Coopetivismo: claves y argumentos” que en la primera parte describe en cuatro capítulos un enfoque pragmático de los conceptos teóricos de Política, Democracia y Capitalismo, con un resumen de los procedimientos para la organización política de las naciones y como influyen en los ciudadanos conceptos como libertad, igualdad y sentido de propiedad, con referencia evolutiva histórica a la realidad española. Se analizan los principios del capitalismo de mercado, la identificación conceptual entre mercados y empresas, señalando su eficacia en contraste a otros sistemas políticos basados en la estatalización de la sociedad y las diferencias de como dan solución a la satisfacción de las necesidades sociales. También se plantea un análisis de las perspectivas del sistema de libre empresa como solución más eficaz para un nuevo orden económico mundial frente a sistemas de planificación centralizada que frenan la iniciativa y son incapaces de conseguir estimular el talento y la creatividad.

La segunda parte trata de dar una respuesta documentada a como salir de la crisis del COVID-19 en la realidad económica española integrándose en un nuevo orden económico mundial y como deberán enfocarlo Gobierno y empresas para conseguir una recuperación efectiva, analizando en profundidad el nuevo paradigma tecnológico y los efectos de una transformación disruptiva con agilidad, señalando los factores a considerar para conseguir resiliencia efectiva y plantear el crecimiento desde el reconocimiento de que el futuro ya no será lo que se preveía. Se pone de relieve la importancia de la industria con el grave problema de su baja competitividad, causado por el reducido tamaño de las empresas y la excesiva regulación, duplicando intervenciones consecuencia de la configuración de las Comunidades Autónomas, perjudicando la existencia de un mercado único y complicando actuaciones burocráticas a nivel nacional, autonómico y local.

El capítulo dedicado al “Planteamiento para relanzar la economía española” refleja donde estamos, con una formulación teórica del modelo económico simplificado, estructura, datos y su evolución, así como los importes de las magnitudes más significativos de la realidad referidos a España 2020, para servir de observatorio de seguimiento en años posteriores.

Se facilita una composición del Valor Añadido Bruto 2019 por sectores empresariales según la calificación del CNAE y la composición de empresas por tamaño y número de asalariados, en cada uno de los sectores, con una estimación de la proyección del VAB por sectores en los años 2021 y 2022 para analizar consecuencias de posibles actuaciones y los efectos de posibles dotaciones de fondos europeos.

Consideramos muy significativa la aportación del cruce de los tres conceptos, VAB, tamaño de las empresas y trabajadores, por sectores de actividad, que permite una evaluación proyectada conforme al criterio del modelo económico y realizar simulaciones para estudiar posibles alternativas de decisión y sus efectos.

Parece, no obstante, que la realidad se aleja de las previsiones más pesimistas vertidas la primavera del 2020, cuando el horizonte económico estaba cubierto por un alto de desánimo, y ni el desempleo alcanzó el 25% este año, como se auguraba, ni el consumo de las familias se ha hundido al 17%, sino un 14%; ni la deuda pública se ha ido al 130%. Magnitudes que siendo preocupantes son mucho menos catastróficas de lo que en principio se consideraba.

Aun cuando la vacunación es requisito indispensable,  ante la realidad de la crisis es preciso considerar si por temor a las incertidumbres, o precisamente por ello, la población preferirá gastar, viajar y consumir con espíritu ‘carpe diem’, o aumentar la tasa de ahorro reduciendo el consumo, lo que influirá en la profundidad del daño económico y la rapidez de la recuperación, con la amenaza de un estancamiento secular.

Si bien la crisis del COVID-19 ha puesto de manifiesto la gran debilidad de la estructura económica española, también ha demostrado que nuestra sociedad cuenta con una gran capacidad de resiliencia junto con una actitud solidaria, lo que nos anima a proponer procedimientos al amparo de la UE y del programa elaborado por la Comisión Europea, Next Generation para el horizonte 2021-2027, para conseguir superarla. Todo dependerá de lo acertado en la realización de proyectos, evitando despilfarros sin control y tener una mentalidad de cooperación colaborativa que impulse alianzas y fusiones para aumentar tamaño de las empresas y poder posicionarse de forma competitiva en el mercado internacional.

El turismo, la hostelería (restaurantes, bares y cafeterías), el transporte aéreo y terrestre de viajeros, el comercio minorista no alimentación, espectáculos y actividades deportivas, servicios de atención personal, es decir todas las actividades que impliquen desplazamiento o contacto personal, así como sectores de bienes de consumo duraderos ( por temor a la incertidumbre económica se descartan o posponen decisiones de compra) han sido los más afectados y su solución no puede venir de nuevos proyectos (PERTES) sino de ayudas directas como se ha hecho en otros países, especialmente Alemania.

Con el afán de ser eficaces hemos elaborado un detallado resumen de conclusiones que sirvan para promover actuaciones, para que empresas, empresarios y directivos propongan proyectos-programa “PERTES” con rigor y calidad, dentro de las 30 líneas de actuación recogidas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, así como pautas de acción con iniciativas de oportunidad por sectores de interés y atención preferente a la mejora del empleo, la digitalización y la competitividad, evitando planteamientos teóricos, desaconsejando intentos de planificación dirigida.

Recomendamos que las medidas que se tomen desde el Gobierno incidan en retomar un clima de confianza, en aspectos tales como el apoyo social reconociendo al empresario como motor de creación de empleo, dando seguridad jurídica y estabilidad política y territorial, y que la acción política tenga un foco claro en la economía, acompañada de estímulos para apoyar a los sectores más castigados, consolidar los sectores de futuro y modernizar el tejido productivo. Más esfuerzo por parte de los poderes públicos en favorecer un marco estable y favorable al desarrollo empresarial creando empleo. Menos burocracia y menos inseguridad jurídica y tributaria. La salida de la crisis si bien supone una mayor implicación del Sector Público en la actividad económica, pero este no debería sustituir a la iniciativa empresarial privada, sino impulsarla con controles que garanticen cumplimiento y compromiso.

A fin de identificar proyectos a participar en los programas sugeridos por el Fondo de Reestructuración, Transformación y Resiliencia, consideramos oportuno tener en cuenta las características específicas de cada sector en el que las empresas desarrollan su actividad, para lo que siguiendo el enfoque propuesto por McKinsey, se agrupan en dos grandes bloques, clasificados en 11 grupos diferenciados, separando sectores industriales ( innovadores tecnológicos, innovadores globales, procesadores regionales, empresas intensivas en energía y recursos y fabricantes con empleo intensivo) y otros sectores no industriales (servicios – intensivos en capital humano, construcción, comercio al por mayor y al por menor, transporte y logística, hostelería, servicios en general, administración pública, defensa, educación y sanidad y agricultura y minería).

Concluimos con una propuesta por una iniciativa coopetitiva solicitando al Gobierno que actúe con urgencia y realce acciones directas con asignaciones de fondos para resolver graves problemas sociales, establezca las bases para una acción decidida impulsando la industria, por su capacidad tractora con el resto de los sectores no industriales, como servicios e incluso la agricultura. La salida de la crisis no podrá hacerse de forma individual, sino formando parte de un proyecto común en el que tanto el Gobierno, como las empresas y la población acepten compartirlo y ser el inicio de un nuevo orden económico global con un criterio de coopetivismo.

Por parte del Gobierno poniendo en marcha iniciativas que estimulen el emprendimiento, las empresas abiertas a la colaboración, coopetir en competencia, con planes de alianza, clusters y fusiones, las personas con atención a la formación, a la movilidad y al compromiso laboral, y todos conscientes de participar de forma activa en mantener una economía social de mercado como lo que gozamos, que permite mantener niveles razonables de renta personal e ingresos fiscales para conseguir un presupuesto que facilite gastos.

Del total presupuestado con los fondos europeos en el  PRTR que importa 140.000 millones de € hemos elaborado una estimación de la distribución por líneas de actuación de acuerdo con lo asignado de importes para cada una de las  palancas, al objeto de que sirva de orientación a los posibles PERTES que serán segmentados para cada uno de los sectores en el capítulo XII. De su resumen extraemos que la industria podría recibir más de 28.000 millones de € y destinarse a digitalización del orden de 50.000 millones de €, aplicando a cultura y actividades sociales más de 28.000 millones de € y 22.500 millones a salud.

 

 

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