Con la pandemia muchos de nuestros hábitos cambiaron radicalmente de la noche a la mañana, y aunque paulatinamente hemos ido recuperándolos, la digitalización se ha visto exponencialmente impulsada con total protagonismo en la sociedad y en la economía actual. Los avances tecnológicos en sus diversas facetas han logrado responder con eficacia, concienciándonos de la necesidad de seguir caminando hacia la configuración de un futuro digital para Europa.
La pandemia nos ha demostrado la importancia de ser una sociedad preparada, con capacidad de resiliencia y avance en tiempos difíciles, y la tecnología nos ha dado el impulso que necesitábamos como principal herramienta para la transformación digital de los servicios a disposición del ciudadano, empresa y sector público.
Planteando el camino hacia una Europa más digital
Para garantizar una Europa a la vanguardia tecnológica, La Comisión Europea propuso en marzo del presente año establecer una Brújula Digital, con objetivos concretos para ser materializados en el horizonte 2030. Esta Brújula, incluye los medios para materializar los principios digitales estableciendo puntos de control a lo largo de los cuatro puntos cardinales. Los dos primeros se centrarán en infraestructuras, y en educación, y los otros dos, en la transformación digital de las empresas y los servicios públicos.
Con una reglamentación base formada por la Ley de gobernanza de datos, la Ley de servicios digitales, el Reglamento sobre mercados digitales y la Estrategia de Ciberseguridad, y la financiación sin precedentes de los programas de cohesión, el instrumento de apoyo técnico y el Programa Europa Digital, al que se suma un mínimo del 20% de los Fondos de Recuperación, Transformación y Resiliencia, se pretende dar impulso a la transformación digital de los 27 Estados miembros configurando el próximo escenario digital para Europa en 2030.
¿Sobre que sectores trabajará la Brújula Digital?
Si seguimos literalmente el documento aportado por la Comisión Europea, Brújula Digital 2030: el enfoque de Europa para el Decenio Digital:
«Las tecnologías digitales deben desplegarse rápidamente para permitir un uso más intensivo y eficiente de los recursos. De este modo, impulsar la productividad en Europa reducirá tanto los costes de los insumos de fabricación como la vulnerabilidad ante las perturbaciones del suministro»
Y por tanto, su mayor potencial de transformación digital recaerá en:
- La fabricación de dispositivos más conectados y con mayor registro de datos industriales con tecnología 5G. Dónde la inteligencia artificial maneje la robotización del sector, haciéndolos cada vez más colaborativos, mejorando así las tareas, la seguridad, la productividad y el bienestar de los trabajadores.
- Con la Inteligencia artificial los fabricantes podrán mejorar el mantenimiento predictivo y producir en función de la demanda, sobre la base de las necesidades de los consumidores, experimentar con nuevos materiales y utilizar la impresión 3D.
- La sanidad ampliará sus servicios gracias a la evolución de la interacción en línea, sin papeleos, con seguridad en la transmisión electrónica y acceso a los datos.
- Impulsará del sector de la construcción con el uso de las nuevas tecnologías para ganar en productividad y digitalización de tareas y procesos como motores del cambio.
- Aumentará la inversión en tecnologías agrícolas digitales para producir eficientemente, siendo más productivos con el empleo de los recursos de forma sostenible incentivando la competitividad en el sector. Las soluciones digitales pueden ayudar a reducir emisiones y el uso de plaguicidas.
- En movilidad los esfuerzos se centrarán en impulsar la movilidad eléctrica, conectada y autónoma, con el punto de mira en la reducción de los accidentes de tráfico, las 0 emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) en 2035, la electrificación de flotas y la eficiencia en la red de transportes.
- La digitalización del sector público será tarea obligada, aportando agilidad en las tramitaciones y seguridad en el uso de los datos de cara al usuario, dotando de mayor capacidad en el tratamiento de datos a nivel local.
Sin olvidar que, la innovación disruptiva de la tecnología cuántica será un factor clave en los próximos diez años. Con miras a que en 2025 Europa pueda disponer de su primer ordenador con aceleración cuántica, que haga de Europa una superpotencia tecnológica para 2030, con desarrollos capaces de:
- Generar medicamentos más eficientes con procesos de fabricación más cortos, simulaciones en el cuerpo humano, con la posibilidad de realización de ensayos virtuales, desarrollo tratamientos contra enfermedades personalizados y secuenciación del genoma humano mucho más rápido, etc.
- La Ciberseguridad será clave en las comunicaciones y transferencias de datos: la tecnología cuántica podrá salvaguardar procesos de votación en línea y transacciones financieras, garantizando el almacenamiento a largo plazo de datos sensibles relacionados con la salud y la seguridad nacional, manteniendo la seguridad de las infraestructuras esenciales de comunicación.
- Los sensores de gravedad cuántica establecidos en La Tierra o instalados en satélites espaciales medirán campos gravitacionales que permitirán detectar obstáculos, y avanzar en el control de los recursos globales, a la vez que podrán realizar seguimiento de fenómenos naturales como la actividad volcánica.
- Los ordenadores cuánticos optimizarán el uso de algoritmos para resolver problemas muy complejos en la industria de la energía, lo que permitirá un uso más eficiente de las fuentes renovables para abastecer la red eléctrica.
Esta Brújula Digital esboza un camino claro hacia un mercado digital común que garantice la competitividad de Europa en el próximo decenio Digital.
La participación y el compromiso de todas las partes interesadas es crucial para lograr el éxito de la transformación digital. La Comisión Europea será la encargada de exponer a los colegisladores la política digital y espera lograr avances decisivos en relación a una próxima Declaración de Principios Digitales para finales de 2021.
Fuente: EUR-Lex